jueves, 31 de mayo de 2012

Jornadas Huellas de la Ciudad 2012. 23, 24 y 25 de Mayo

Durante la semana del 21 de mayo todos los alumnos y alumnas tuvimos la suerte de poder asistir a las IV edición de huellas de la ciudad y todas las actividades relacionadas con las mismas. En primer lugar quería mostrar mi desilusión al no poder disfrutar de todas las posibilidades que ofrece huellas de la ciudad pues a las alturas del curso a las que estábamos, con un examen el propio martes 22 de economía y otros tantos trabajos que presentar fue bastante complicado asistir a las charlas y ni si quiera pude matricularme en alguno de los talleres que se organizaban, lo que me habría gustado bastante.
Al igual que con las anteriores entradas no voy a coger y plasmar aquí un resumen de las jornadas, pues quien quiera saber de que trataron que hubiera asistido a las conferencias y hubiese disfrutado lo mismo que yo.
He de decir, que de las conferencias a las que asistí solo hubo dos que me hicieran coger papel y lápiz en casa y me inspiraran a escribir estas palabras. Son la de José María Mellado y la de Eva Navarro.
Mellado es un reputado fotógrafo que centra sus obras principalmente en paisajes urbanos. Estuvo hablando acerca de su carrera, de su concepto de obra de arte en relación a la fotografía del proceso que seguía para conseguir dicha obra; así como de los museos o galerías más importantes donde ha expuesto.
En cierto momento de la conferencia explicó el paso que había hecho de la fotografía en blanco y negro a Su color. No un simple paso de la noche a la mañana, pero un paso que le llevó a que hoy en día otros fotógrafos del mundo puedan reconocer su obra. Ese color que le caracteriza y que es indiscutible.
Realmente la idea me parece ¡Impresionante!
Es como cuando conseguimos distinguir a un cantante solo por su voz, o a un guitarristas por su sonido, o a un grupo por ese feeling que solo ellos saben transmitir, La verdad es para mi personalmente conseguir algo parecido en la música seria realmente increíble, lo más grande que podría alcanzar, que otros guitarristas del mundo fueran capaces de identificarme solo por mi sonido personal y único.
Conocer y tener el placer de escuchar a alguien que ha conseguido eso en su disciplina es realmente impresionante.
Dejo aquí para terminar algunas de las obras de dicho autor que más me han transmitido.



Como comentaba antes la otra ponencia que me hizo reflexionar y hablar un poco conmigo mismo sería la de la poeta Eva Navarro. Tuvimos el placer de escuchar de la propia voz de la autora los versos que ella misma había escrito; mientras ella iba comentando ciertas experiencias, anécdotas; sobre sus viajes y diferentes momentos de su vida.
Su paso por ciudades como Segovia, Baku, Amsterdam o Belgrado, casi nos estaba enriqueciendo lo mismo a nosotros que a ella solo gracias a su poesía. 
En cierto momento de la ponencia dijo una frase increíble: "Después de cada experiencia, uno sale siendo una persona diferente". 
Realmente es cierto cada persona con la que hablamos, cada paisaje que miramos, cada plato que comemos, cada sonido, cada conversación; nos hacen personas diferentes. Adquirimos siempre unos valores unas enseñanzas, que nos transforman por completo, que nos inspiran, que nos hacen soñar, amar, temer, odiar. Es imposible intentar escapar de todo lo que nos rodea; tras cada viaje, tras cada nueva experiencia sea del tipo que sea que vivimos, nos formamos, contribuimos a formar ese ser en el que nos estamos convirtiendo cada día y a su vez contribuimos a construir nuestra historia y la del resto de personas del mundo. Puede ser una pequeñita historia o la más grande de todas pero se forma y se enriquece gracias al entorno a las experiencias. Realmente es una de las maravillas del mundo en el que vivimos; un mundo que dan ganas de comerse, de recorrer de punta a punta, de explorar y amar a fondo. Lastima que lo estemos destruyendo.
Esta idea también fue objeto de los versos de Eva. Con el título de Paisajes heridos consiguió hacernos ver ese desgaste ese maltrato al que estamos sometiendo al maravilloso y enriquecedor mundo en el que vivimos. Realmente es algo que es más que real y los medios de comunicación y los políticos nos hacen creer que es culpa nuestra que somos sus habitantes de a pie los que lo estamos destrozando. Maldita hipocresía.
Y quizá el aspecto que más me ha llevado a hablar conmigo mismo sea el título de otra de sus poesías: Paisajes que nos tragan. Entrar en el No tiempo.
Realmente he tenido la suerte de experimentar esa sensación varias veces en mi vida. Una sensación de que todo lo demás que pasa en el mundo es ajeno, que todo podría terminar en el lugar donde te encuentras porque realmente te sientes atrapado. Esa sensación de no querer escapar, de no necesitar nada mas. Una sensación que se presenta pocas veces en la vida pero que, cuando lo hace, es uno de los más maravillosos regalos.
José María Fernández Prado


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