La siguiente actividad consistió en la lectura particular del artículo "Publicitar la educomunicación en la universidad del siglo XXI" de Agustín García Matilla, para posteriormente poner en común con los grupos de práctica las conclusiones a las que habíamos llegado cada uno en una lluvia de ideas.
http://educomunicar.files.wordpress.com/2011/02/agmatillaeducom-sxxi1.pdf
Sobre estas líneas dejo el enlace a dicho artículo.
A continiación pongo las conclusiones a las que llegué con el grupo en conjunto:
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La
comunicación y educación son dos
factores que deben darse la mano en el proceso didáctico de los alumnos.
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Ha
habido pioneros que han aprovechado la aparición de los nuevos medios de
comunicación para nutrirse de todas sus virtudes. Cine, radio. Televisión,
internet, son algunos de dichos ejemplos.
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La
educación ha tenido que adaptarse para empezar a desempeñar nuevas funciones
educativas antes relegadas solo a la familia.
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El
alumnado pasa a ser el nuevo centro del proceso educativo, reflejo de las
novedades del nuevo sistema de Bolonia. Sin embargo el artículo deja latente
que estos cambios debería ser algo innato a sistema educativo. Algo con lo que
estamos totalmente de acuerdo.
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Los
medios de comunicación deberían dotar a la educación de un atractivo que
actualmente no poseen.
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Hay
que dotar a los alumnos de una capacidad crítica que les ayude a interpretar de
forma personal el mundo que les rodea.
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El
aprendizaje no se impone sino que se construye.
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La
amplia oferta de innovaciones tecnológicas de las que disponemos hoy en día
genera un efecto rebote que simplifica en extremo los contenidos.
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Actualmente
se aprendes las técnicas y no las formas.
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Autores
como Freinet, Piaget y Milani, ya situaban al alumno en el centro del sistema
educativo hace muchos años.
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Hay
que potenciar el nivel crítico del alumnado para que consigan evidenciar las
carencias de los actuales medios de comunicación que monopolizan todos los
sistemas de comunicación.
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Las
nuevas tecnologías no siempre son un aliado. Un claro ejemplo serían las redes
sociales. Cuando caen en manos incorrectas pueden tener una intención negativa.
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En
los años setenta ya había cierta consciencia sobre la importancia de los medios
de comunicación a la hora de educar. Ejemplos como el programa infantil barrio
sésamo dejan latente esta consciencia.
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De
Croly nos habla de que si una teoría no puede ser llevada a la práctica no
tiene validez.
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El
modelo comunicativo clásico ha quedado obsoleto en el contexto de
interactividad en el que el proceso comunicativo debería ser cíclico, como ya
ocurre en el mundo de la publicidad donde el consumidor se convierte también en
productor (Prosumer).
Tras
realizar esta actividad nos gustaría señalar como conclusión final quizá que
nos ha mostrado una serie de conceptos con los que estamos de acuerdo pero que
nunca nos habíamos parado a reflexionar sobre ellos.
Aparte de las conclusiones mías y de mis compañeros me gustaría resaltar la obviedad, a mi parecer, del concepto de educomunicar. No se puede concebir la educación sin situar al alumno en el centro de la enseñanza o sin llevar a cabo una aproximación por parte de los profesores que ayude a crear un vínculo de confianza con los alumnos. La relación alumno profesor debe tener cierto nivel de confianza pues al fin y al cabo la relación es de Educador a Educado.
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